2. Causas del descenso de licencias en los últimos diez años

2. Causas del descenso de licencias en los últimos diez años

La progresiva reducción del número de licencias federativas de ciclismo en la Comunidad de Madrid no puede explicarse por un único factor. Se trata de un fenómeno multifactorial, resultado de cambios estructurales, transformaciones socioculturales y limitaciones institucionales. A continuación se analizan las principales causas que explican esta tendencia regresiva.

a) Cambios en los hábitos de consumo deportivo

En la última década, el concepto de práctica deportiva ha evolucionado de manera notable. El ciclismo, tradicionalmente vinculado al modelo federado y competitivo, ha sido uno de los deportes más afectados por la irrupción de nuevas formas de participación:

  • Ciclismo recreativo no estructurado: cada vez más personas practican ciclismo como actividad de ocio o bienestar personal, sin interés en la competición oficial.
  • Digitalización del entrenamiento: aplicaciones como Strava, Komoot, Zwift o TrainerRoad han generado comunidades autónomas y entornos gamificados que suplen la necesidad de pertenencia a un club.
  • Eventos alternativos: las pruebas “non-competitive”, los retos personales, el gravel, los raids y las grandes marchas ofrecen experiencias deportivas completas sin necesidad de estar federado.
  • Cultura de la inmediatez: el deportista actual busca flexibilidad, bajo compromiso y variedad, en contraposición a la estructura fija del calendario federado.

Consecuencia: la percepción social del valor añadido de la licencia federativa ha disminuido. El modelo tradicional (basado en pertenencia, competición y reglamento) no se adapta con agilidad a las expectativas de las nuevas generaciones de ciclistas.

b) Coste económico de la licencia y de la práctica federada

El precio de la licencia federativa, especialmente en categorías de base o máster, es percibido como elevado por muchas familias y deportistas, particularmente cuando se suma al coste integral de la práctica:

  • Licencias: entre 100 € y 300 € anuales, dependiendo de la categoría y modalidad.
  • Equipamiento básico: bicicleta, casco, ropa técnica, calzado, herramientas.
  • Desplazamientos y logística: asistencia a competiciones en fines de semana, gastos de transporte, manutención, alojamiento.
  • Mantenimiento técnico: revisiones periódicas, repuestos, reparaciones.

Además, en muchos casos el acceso a ayudas públicas, becas o subvenciones es limitado o está condicionado por procesos burocráticos complejos.

Consecuencia: la barrera económica disuade a muchas familias de federar a sus hijos o mantener la continuidad en categorías intermedias. También aleja a practicantes recreativos que no perciben retorno inmediato por el coste de federarse.

c) Reducción del número de clubes activos con estructura formativa

La base del sistema federado se apoya en los clubes. En la Comunidad de Madrid, muchos clubes históricos han experimentado:

  • Desaparición o inactividad por falta de relevos en la dirección.
  • Transformación en grupos recreativos no federados, centrados en salidas sin calendario competitivo.
  • Falta de técnicos cualificados en categorías de base.
  • Incertidumbre regulatoria o falta de apoyo municipal para instalaciones, permisos y espacios de entrenamiento.

Las escuelas de ciclismo, en particular, han sufrido una importante contracción, limitando la capacidad del sistema para captar nuevos talentos y consolidar trayectorias deportivas desde la infancia.

Consecuencia: sin clubes activos ni escuelas en funcionamiento, el sistema federado pierde su principal canal de entrada de nuevos deportistas. La pirámide se estrecha en la base y colapsa en su crecimiento vertical.

d) Falta de visibilidad institucional del ciclismo base

A pesar de que el ciclismo está presente en campañas de movilidad sostenible y cuenta con apoyo mediático en grandes eventos, el ciclismo federado de base no goza de una presencia sólida en la agenda pública. Esta invisibilidad se manifiesta en varios planos:

  • Ausencia de campañas públicas específicas de fomento del ciclismo base.
  • Falta de integración del ciclismo en programas deportivos escolares o de iniciación.
  • Escasa representación en medios generalistas o redes sociales institucionales.
  • Eventos oficiales centrados en élites o cicloturismo, sin visibilidad para el deporte formativo.

La figura del ciclista de base, el club local o la escuela infantil queda relegada, invisibilizando el tejido real del ciclismo madrileño.

Consecuencia: la práctica federada se percibe como elitista, competitiva o residual. Esto dificulta la captación de nuevos perfiles y genera desconexión entre ciudadanía, familias e instituciones.

e) Dificultades administrativas y normativas

La organización de entrenamientos y competiciones está cada vez más condicionada por limitaciones legales, administrativas y técnicas que frenan la actividad de los clubes y desincentivan la implicación de nuevos actores:

  • Trámites complejos para organizar competiciones en vías públicas (permisos, seguros, coordinación con tráfico).
  • Falta de espacios seguros para entrenar, especialmente en ciclismo de carretera.
  • Dificultades para obtener subvenciones, por procesos poco transparentes o con exigencias burocráticas elevadas.
  • Inestabilidad normativa respecto al uso de parques, caminos rurales o zonas naturales para el entrenamiento de MTB o gravel.

Además, la descoordinación entre administraciones (federación, ayuntamientos, Comunidad de Madrid, DGT) genera incertidumbre organizativa.

Consecuencia: muchos clubes renuncian a organizar competiciones, limitar su calendario o directamente desaparecen. Esto reduce el atractivo del sistema federado y su capacidad de ofrecer continuidad deportiva a largo plazo.

f) Falta de adaptación del modelo federativo

El sistema federado en ciclismo mantiene, en muchos aspectos, una estructura tradicional poco adaptada a las nuevas realidades deportivas:

  • Licencias poco diferenciadas, sin escalado adaptado a distintos perfiles (recreativo, competitivo, ocasional).
  • Poca innovación en formatos de competición (eventos más largos, menos accesibles para principiantes).
  • Desvinculación entre federación y clubes, en algunos casos con escasa interlocución.
  • Limitada transformación digital: la tramitación de licencias, inscripciones o comunicaciones no siempre está alineada con las expectativas de los usuarios.

Consecuencia: el sistema genera fricción en lugar de facilitar la adhesión. No se aprovechan plenamente las oportunidades que ofrecen las tecnologías, la segmentación de públicos y la personalización de servicios.

Conclusión

El descenso de licencias federativas en la Comunidad de Madrid responde a un proceso de erosión estructural del sistema federado, que ha perdido capacidad de atracción, flexibilidad organizativa y visibilidad social. El modelo vigente no se adapta con agilidad a las nuevas formas de practicar ciclismo ni a los perfiles emergentes de usuarios, y se ve penalizado por barreras económicas, administrativas y culturales.

La reversión de esta tendencia exige un cambio profundo en la concepción de la licencia federativa, una reactivación del tejido de clubes, una fuerte apuesta por el ciclismo base desde las instituciones públicas y una mejora sustancial en la experiencia del federado. Este proceso debe abordarse con una mirada estratégica, transversal y sostenible, tal como se plantea en los ejes operativos del plan.

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